En este año 2020, las fiestas y celebraciones han venido marcadas por los distanciamientos sociales y protocolos de seguridad sanitaria, pero esto no ha supuesto un obstáculo para que la Obra Social dejara de celebrar el día de su Patrona, La Virgen del Pilar, con todos los honores que merece.
Prácticamente desde primeros de mes, los residentes de la Casa Hogar han participado en las competiciones de distintos juegos de mesa, desde el Taller del Centro de Día se elaboró un concurso de trabajos referentes a este día, se llevó a cabo una proyección formativa-cultural sobre la advocación del Pilar.
También se disfrutó de una obra de teatro realizada en el comedor de la Casa por algunos de los residentes cuyo tema central fue La Virgen del Pilar, resultando muy amena e instructiva.
Con todo ello se realizó un concurso de preguntas y respuestas sobre el tema central de nuestra gran fiesta.
No faltó la escala en hi-fi de un grupo musical organizado por algunos residentes que alegró y amenizó a todos los compañeros de la Casa.
Como es habitual el día 11, tras la cena y en el mismo comedor ante la imagen de Ntra. Sra., el Hno. Jesús acompañado de los miembros del equipo multidisciplinar entregó los premios a los distintos ganadores de los diferentes concursos realizados.
Y, llegó el gran día, 12 de octubre, que este año se celebró de forma entrañable y familiar en las dependencias de Vegueta, donde se ubica la Casa Hogar. No nos han podido acompañar este año nuestro personal y sus familias, nuestros queridos amigos, vecinos y benefactores, que suelen cada año llenar los salones del Ctro. Dr. O´Shanahan, tampoco pudimos recibir a nuestro querido Coro de la Real Hermandad del Rocío de Las Palmas, que cada año alegra nuestra eucaristía. Desde aquí nuestro recuerdo y nuestro agradecimiento a todos ellos les hemos tenido muy presente en la Misa.
Todo esto se suplió con una entrañable Eucaristía presidida por D. Agustín Escudero, Párroco del Castillo del Romeral, Aldea Blanca y Juan Grande y concelebrada por D. Flaviano Suáre Alemán, realizada en la azotea de la Casa y en la que nos acompañó el Hno. Ángel Santiago, de San Juan de Dios, y algunos miembros del equipo multidisciplinar, que hicieron de este día un día especial en todos los sentidos, pero que como se ha descrito contó con la implicación, alegría y entusiasmo de las personas que aquí viven, uniéndonos a todos como siempre junto a la Madre, con alegría y, sobre todo, con mucha esperanza.