La noche mágica del 5 de enero esta Casa se ha vuelto a vestir con sus mejores galas para recibir a los Reyes Magos, que desde Oriente llegan para adorar al Niño que hasta esta fecha preside el comedor de nuestra Casa-Hogar.
Llegan con sus sacas llenas de regalos para que, una vez realizada la oración a los pies del Niño Jesús, comenzar desde sus tronos a repartir ilusión. Esa ilusión que a todos nos hace que se acuerden de nosotros, que alguien se interese por nuestros deseos y necesidades de forma particular, que nuestro comedor se transforme en un gran salón en el que la alegría y algarabía reina por todos lados. Por su puesto, esa noche tan especial contó con la presencia de algunos de nuestros niños, que haciendo gala de la inocencia pura que solo ellos poseen, acuden a nuestra Casa para entregar personalmente su carta a los Magos.
Así se culmina en esta Casa la celebración de la NAVIDAD, con mayúsculas. Estas celebraciones especiales nos sirven como recordatorio de que Jesús nace cada día en cada persona que llega a nuestra puerta y que debemos recibirle con la misma alegría como cuando lo hacemos el día 24 de diciembre.