Como cada año los residentes compartieron su cena navideña en armonía y unión. Silenciosa noche donde hablaban los corazones, en los momentos de silencio se podían escuchar los recuerdos, rompiendo la nostalgia con cantos y villancicos compartidos con el personal de la casa. La Navidad y el nacimiento del niño Jesús supone un nuevo renacer, siendo esta la razón por la que trabajamos cada día en la Obra Social. ¡Feliz Navidad!